MANUEL MARÍA GONZÁLEZ ÁNGEL

CREADOR DEL EMPORIO BODEGUERO GONZÁLEZ-BYASS


© José Carlos García Rodríguez


Manuel María González Ángel
(1812-1887)






Pocas bodegas existen en el mundo que puedan competir en prestigio con González-Byass, un nombre fundamental dentro de la escogida aristocracia bodeguera internacional cuyo origen fue el negocio de vinos iniciado en 1835 por el sanluqueño Manuel María González Ángel. Asesorado por su tío Pepe Peña,  personaje también sanluqueño cuyo nombre fuera origen de la famosa marca Tío Pepe, Manuel María comenzó a elaborar y exportar sus propios vinos. Veinte años más tarde, al asociarse con Robert Blake Byass, su agente en Inglaterra, nació la compañía González-Byass, el gran referente de la cultura del vino en el Marco de Jerez y una empresa adelantada tanto en el uso de los avances técnicos como en la adopción de medidas sociales para favorer a sus trabajadores.


"Francisco González Viana, Guardia de Corps del Rey y padre de Manuel María González Ángel -cuenta Begoña García González-Gordon en su interesante libro Un paseo por González Byass- fue enviado a Sanlúcar de Barrameda como visitador general de las rentas de Salinas del Reino de Sevilla porque era un Don Juan". En Sanlúcar se casó con Rosario Ángel y Vargas y tuvieron siete hijos, de los que Manuel María, nacido en la casa familiar del Carril de los Ángeles, era el menor de todos ellos. Manuel Felipe Neri José María de la Paz González Ángel, tal era su nombre completo, nació el 12 de mayo de 1812, apenas tres meses después de haberse proclamado La Pepa, la Constitución a la que, al parecer, por el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz en el que se debatió la primera Carta Magna española, debe Manuel María su segundo nombre.
Manuel María González junto a Robert Blake Byass.



Muy joven aún, el benjamín del visitador de las Salinas del Reino de Sevilla abandona Sanlúcar y marcha a Cádiz donde entra a trabajar como empleado de Juan Pablo Lasanta, un comerciante establecido en la Plaza de San Agustín que estaba dedicado a las transacciones ultramarinas. Allí empieza Manuel María a adquirir cierta experiencia comercial que le permite realizar pequeños negocios particulares gracias a sus conocimientos y contactos. De entre estos primeros manejos comerciales se recuerda el cargamento de patatas que Manuel María compró en Huelva y que perdió en una buena parte al naufragar el barco que las transportaba.


Manuel María junto a su familia y unos invitados en la Real Bodega de la Concha. (1883)

Manuel María González Ángel pone sus ojos en Victorina de Soto y Lavaggi, hija de Pedro Nolasco de Soto y Araco, propietario de un importante negocio de exportación e importación establecido en Cádiz. Pero el rico comerciante anhela para su hija un mejor pretendiente que aquel modesto empleado de comercio. Finalmente, en 1835, cuando Manuel María se inicia en Jerez en el negocio de vinos, conseguiría la aprobación del padre de Victorina. Dos años más tarde los jóvenes contraen matrimonio y llegan a ser padres de nueve hijos: Victorina, Emilia, Josefa, Dolores, Manuel Críspulo, Pedro Nolasco, Gabriel, fallecido a los pocos meses de nacer, Luisa y Ricardo.

José Ángel y Vargas, tío materno de Manuel María,
a quien alude la marca Tío Pepe.


En la decisión tomada por Manuel María para iniciarse en el negocio de vinos tuvo una importancia capital la opinión y las recomendaciones de su tío materno José Ángel y Vargas -su tío Pepe- quien desde Sanlúcar animó y asesoró a su sobrino en la nueva andadura comercial comenzada en un local de pequeñas dimensiones que alquila  en la jerezana calle de Doña Blanca. En aquella bodega se almacenan las primeras partidas de vino que se compran y desde allí salieron las primeras diez botas que se embarcan en el Puerto de Cádiz con destino a Londres. Con la marca Tío Pepe quiso Manuel María que su tío pasase a la posteridad.


Visita de Alfonso XII a las bodegas de González-Byass

El negocio bodeguero de Manuel María prospera de forma creciente aportándole a su propietario unos cuantiosos beneficios que le permiten adquirir la viña San Antonio. Más tarde compra una gran extensión de terrenos al suroeste de Jerez donde inicia la construcción de nuevos cascos de bodegas. En 1855, cuando el negocio adquiere una importante dimensión económica, Manuel María González Ángel se asocia con Robert Blake Byass, su distribuidor de vinos en Inglaterra, y ambos logran hacer de su empresa González-Byass la bodega más importante del Marco de Jerez.


El día 3 de octubre de 1862 visita Jerez la reina Isabel II, presenciando en González-Byass una “pisa de uva”. Quince años más tarde Manuel María recibe en su bodega una nueva visita real, siendo en este caso Alfonso XII quien el 20 de marzo de 1877 queda impresionado al contemplar las instalaciones bodegueras y probar los mejores vinos. Entre tanto, las diferentes marcas de González-Byass han estado recorriendo sucesivas exposiciones internacionales donde han ido acaparando las mejores críticas y los más grandes premios.

Manuel Mª González, con su familia al completo, en la finca de recreo El Altillo de Buena Vista. (1883)

El 31 de diciembre de 1861 el patrimonio que había acumulado la empresa González-Byass se elevaba a casi 50 millones de reales, alcanzando las exportaciones realizadas aquel mismo año un volumen total de 162.795 arrobas de vino.

Para su descanso, Manuel María González Ángel compra la finca de recreo El Altillo de Buena Vista situada por entonces en las afueras de Jerez y hoy dentro de su casco urbano. En esta propiedad Manuel María levanta una residencia cuya primera piedra coloca el pequeño Cristóbal, el menor de sus nietos.  Rodeando el edificio de inconfundibles líneas inglesas Manuel María traza un auténtico jardín botánico en el que planta acacias, algarrobos, álamos, bojes, cedros, cipreses, ciruelos, eucaliptos, moreras, laureles, pimientas, paraísos y barnices del Japón, hasta sumar más de trescientas especies sin contar vides y naranjos.

Manuel María González Ángel, caballeroso en el trato, elegante en el aspecto y culto por su formación, siempre se mostró preocupado por la situación de sus empleados. Pionero de muchas e innovadoras medidas de tipo social, creó una escuela para los hijos de sus trabajadores quienes también contaban para su asistencia sanitaria con médicos contratados por la bodega y con un fondo de pensiones que había sido constituído para las situaciones de jubilación, viudedad y orfandad, siendo González-Byass una de las primeras sociedades españolas en conocer y disfrutar las pagas de Navidad. Igualmente adoptó para su empresa muchos adelantos técnicos como fueron la electricidad, el agua corriente y el llamado "tren del vino" que facilitaba el transporte de las botas desde la bodega hasta la estación de ferrocarril.
Monumento a Manuel María González en la calle jerezana
de su mismo nombre.

Manuel María falleció el 6 de enero de 1887 a la edad de 75 años, en Jerez, ciudad que le recuerda en la calle rotulada con su nombre, junto a las bodegas, y con el monumento levantado en su memoria en esa misma calle, a espaldas de la Catedral.

En una lápida colocada en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Jerez podemos leer:
Perpetuo testimonio de admiración y respeto al eximio patricio Exmo. Sr. Don Manuel María González
por su caridad inapelable,
fomento de la industria vitivinícola
y amor a Jerez.
Así lo acordó el cabildo de esta ciudad.
1 de junio de 1887.




BIBLIOGRAFÍA:


GARCÍA GONZÁLEZ_GORDON, Begoña: Un paseo por González-Byass, Fundación Manuel María González Ángel, Jerez de la Frontera, 2008.
MARISCAL TRUJILLO, Antonio y MARISCAL RODRÍGUEZ, Ángel: Manuel María González Ángel, Diccinario Biográfico Español, Real Academia de la Historia, Madrid, 2011.


Fotografías facilitadas por la Fundación Manuel María González Ángel.