EL OBISPO SABIO
© José Carlos García Rodríguez
Hace unos años, cuando empecé a indagar acerca de la vida y la obra del sanluqueño Pedro de Lepe y Dorantes, tuve la oportunidad de contactar con Felipe Abad León(1), canónigo de la Catedral de Calahorra cuya sede episcopal fue ocupada por nuestro paisano desde 1686 hasta su muerte en 1700. Atendiendo a mi solicitud de información, el canónigo Abad me facilitó las notas biográficas de Lepe que por entonces acababa de redactar para ser incluidas en el monumental Diccionario Biográfico publicado recientemente por la Real Academia de la Historia. Abad también me hizo llegar una copia del manuscrito inédito Espejo de Prelados(2), una semblanza biográfica de Pedro de Lepe escrita a principios del siglo XVIII por su secretario Torres de Navarrete. La información y los documentos de que ya disponía, junto a los valiosos datos que tan amablemente me aportó el canónigo de la Catedral de Calahorra, me permitieron elaborar una completa biografía de Pedro de Lepe y Dorantes cuyo resumen nos sirve para incluir la figura de este personaje, con todos los merecimientos, en nuestra Galería de Sanluqueños Ilustres.
Pedro
de Lepe y Dorantes nació en Sanlúcar de Barrameda el 29 de junio de
1641, hijo del escribano Juan de Lepe y Dorantes, natural de Huelva,
y de la sanluqueña Juana López de Herrera. Fue bautizado el 22 de
julio de 1641 en la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la
O, recibiendo los nombres de Pedro, por ser el santo del día de su
nacimiento, y José, por la devoción de sus progenitores.
Portada del manuscrito "Espejo de
Prelados", con la biografía de
Pedro de Lepe.
|
A
los 15 años Lepe pasó a Sevilla donde obtuvo beca de Teología en
el Colegio Mayor Maese Rodrigo, consiguiendo los grados de licenciado
y doctor en 1665. Al año siguiente fue ordenado sacerdote,
celebrando su primera misa el 9 de abril de 1666, fiesta de la
Pascua de Resurrección.
Vacante
la canongía magistral de Badajoz, Pedro de Lepe opositó a ella y
la ganó por unanimidad, tomando posesión el 8 de agosto de 1667,
cuando contaba con veintiséis años de edad. En Badajoz alcanzó
pronto la fama de ser el mejor orador de la ciudad por sus sermones
en la Catedral, además de en seis conventos de religiosas y en
otros centros, elevando el nivel espiritual de todos ellos. Lepe,
quien en sus sermones fustigaba especialmente el robo y las
injusticias, alcanzó gran notoriedad durante sus casi veinte años
de estancia en Extremadura por sus visitas a los enfermos, por
deshacer pleitos y discordias y por evitar los frecuentes desafíos
entre los militares que por entonces eran numerosos en Badajoz por
la guerra que enfrentaba a España contra Portugal.
Escudo episcopal de Pedro de Lepe |
Con
la muerte del obispo Gabriel Esparza, a principios de 1686, quedó
vacante la sede de Calahorra y La Calzada. La Cámara de Castilla,
encargada de presentar al rey una terna de eclesiásticos para que
éste eligiera al que deseaba proponer al Papa para su nombramiento
como nuevo obispo de aquella sede, incluyó en la terna el nombre de
Pedro de Lepe por indicación del obispo de Badajoz. El rey, a la
sazón Carlos II, a la vista de los magníficos informes que le
fueron presentados por su confesor y por otras altas dignidades
eclesiásticas, accedió a presentar el nombre del sanluqueño al
Papa Inocencio XI quien finalmente expediría el 12 de agosto de 1686
la Bula Apostólica por la que confería a Pedro de Lepe y Dorantes
el obispado de Calahorra y La Calzada.
La
entrada oficial del nuevo obispo en la ciudad de Calahorra, a lomos
de una mula blanca como por entonces era costumbre episcopal que
rememoraba la entrada de Jesús en Jerusalén, tuvo lugar el día 27
de diciembre de 1686. El episcopado del que toma posesión Lepe, con
una extensión de casi 15.000 kilómetros cuadrados, ocupaba hasta
siete provincias del norte de España, entre ellas las Vascongadas, y
comprendía dos catedrales, cuatro colegiatas, treinta y siete
arciprestazgos, novecientos treinta y siete pueblos, novecientos
sesenta y tres parroquias, mil trece pilas bautismales, incontables
cabildos, santuarios, oratorios y ermitas, y cerca de treinta mil
clérigos. Para su escudo pastoral elige un texto bíblico tomado del
Cantar de los
Cantares: “Pone
me tu signaculum super cor tuun”
(“Ponme como un signo sobre tu corazón”).
Catedral de Calahorra |
Con
la experiencia acumulada durante sus primeros años de pontificado,
Lepe convocó Sínodo en Logroño después de cerca de ochenta años
en que no se había celebrado ninguno en la diócesis de Calahorra y
La Calzada. El Sínodo se desarrolló durante los días 9 al 30 de
mayo de 1698, convirtiéndose en un auténtico acontecimiento
religioso del que se guardaría memoria durante muchos años y cuyos
resultados -Constituciones Sinodales del Obispado de Calahorra
(5)-serían publicados en el año 1700 en un volumen con más de
ochocientas páginas.
Pedro
Lepe escribió Catecismo Católico en el
cual se contiene la explicación de los principales misterios de
nuestra santa fe (6), obra
clásica en su género, que ha merecido numerosas ediciones.
Igualmente fue autor de un gran número de cartas pastorales que se
distribuían impresas por toda la diócesis. A su muerte se
recopilaron las más importantes de estas cartas editándose en
Valladolid en 1721 en un tomo de más de seiscientas páginas con el
título de Cartas pastorales escritas por Pedro de Lepe para la
reforma de costumbres, destierro de abusos, servicio de las virtudes,
devoción del culto divino y cumplimiento de Misas y Obras Pías (7).
Sobre
el valor literario de los escritos de Pedro de Lepe, a quien gustaba
de rodearse de selectos libros, pues decía que “obispo sin libros
no es obispo”, escribe Ignacio Granado Hijelmo: “Sin duda, por el
bellísimo, claro y directo estilo que traslucen sus Cartas
Pastorales y sus Constituciones Sinodales, el obispo Lepe
ha sido incluido por la Real Academia en el Catálogo de Autoridades
de la Lengua Castellana, por lo que bien puede ser considerado como
uno de los últimos representantes del Siglo de Oro de la cultura
española” (8).
La
popularidad y la fama de sabio le llegarían a Pedro de Lepe no
por
sus magníficos escritos sino por el recorrido que realizó a lo
largo de más de diez años por todos los pueblos, aldeas y villas de
su diócesis. Eran visitas pastorales en las que
predicaba a los fieles desde todos los púlpitos, alimentando la fama
de hombre sabio, virtuoso y santo que darían al apellido del obispo
el arraigo popular reflejado en el dicho "Saber más que Lepe".
Catecismo de Pedro de Lepe |
Sin
embargo, durante toda su vida Pedro de Lepe siempre demostró ser un
hombre humilde y de gran sencillez. Posiblemente debido a esta
humildad que le hizo huir de todo tipo de vanidades, no existe
ninguna pintura con su efigie que fuese realizada en vida del obispo.
Sí existe un supuesto retrato suyo fechado en el año 1824, debido
al pintor sevillano Juan de Hermida, que se conserva en la Iglesia
Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la O de Sanlúcar. En la
cartela que figura en el lienzo se lee: “El Illmo. Sr. Dn. Pedro de
Lepe y Dorantes, natl. de Sanlúcar de Barrameda, Cnº Mgl. de la Ygª
de Badajoz y Obispo de la de Calahorra, donde murió en 1700, de edad
de 59 ns”(9).
Como
indica la cartela del supuesto retrato de Lepe, éste murió a los 59
años en 1700, pocas semanas después del fallecimiento del rey
Carlos II y del Papa Inocencio XII. Sobre estas muertes Lepe había
profetizado: “De los tres del canon han muerto los dos, falta el
tercero, y ese soy yo”. El óbito del obispo se produjo el día 5
de diciembre de aquel año en la villa de Arnedillo donde se
encontraba en viaje apostólico. El 7 de diciembre Pedro de Lepe y
Dorantes era enterrado en la capilla del Pilar de la catedral de
Calahorra, donde puede visitarse su modesta sepultura en cuya lauda,
de mármol blanco, una inscripción en latín dice: “En esta tumba
yace el más grande entre los grandes, de feliz recordación, D.
Pedro de Lepe, Obispo de Calahorra, célebre por su virtud y su
ciencia. La Santa Iglesia de Calahorra le dedica este monumento que
tiene bien merecido”.
NOTAS:
1.- Felipe Abad
León (1/V/1934-6/11/2017), canónigo de la Catedral de Calahorra.
Fue académico de las academias de la Lengua y de la Historia y
cronista oficial de La Rioja. Gran gran conocedor de la vida y la
obra del obispo Pedro de Lepe y Dorantes.
2.- Espejo de
Prelados y vida del Imo. Sor. D. Pedro de Lepe y Dorantes, Obispo que
fue de Calahorra y La Calzada. Se trata de un manuscrito
caligráfico inédito compuesto de 40 hojas escritas por ambas caras,
dividido en proemio, libros y capítulos. No indica lugar ni fecha,
aunque se sabe que fue escrito en La Rioja a principios del siglo
XVIII (¿1718?) por Francisco Torres de Navarrete, secretario del
obispo Pedro de Lepe y Dorantes.
3.- Notas
biográficas de Pedro de Lepe y Dorantes escritas por el canónigo
Felipe Abad León para el Dicionario Biográfico de la Real
Academia de la Historia.
4.- Ibídem.
5.- Madrid,
Imprenta de A. González de Reyes, 1700.
6.- Madrid,
Imprenta de A. González de Reyes, 1699.
7.-
Valladolid, Imprenta de la Real Chancillería, 1721.
8.-
Granado Hijelmo. Ignacio: Datos biográficos del Obispo Lepe y su
significación en la diócesis de Calahorra y La Calzada –
Kalakoricos, 2013, 18 p. 262.
9.-
Fotografía facilitada por Luis García Garrido.