El gran dibujante del Jerez
© José Carlos García Rodríguez
A
Manuel del Valle Cortés, Manolo Valle, se deben muchas de las
imágenes más reconocibles de la vitivinicultura del Marco de Jerez.
De su ingenio creativo surgieron las figuras de las vendimiadoras
cubiertas con pañuelos o sombreros de paja que crearon escuela y
cuyo modelo más trascendente quedaría plasmado en el cartel de la
Fiesta de la Vendimia de 1983, una imagen que también fue motivo
para la realización de la conocida vidriera que decora la escalera
principal de la sede del Consejo Regulador de los Vinos de Jerez y
para un valor postal emitido por Correos en 1984 dentro de la serie
“Grandes Fiestas Populares Españolas”.
En
septiembre de 2013, en coincidencia con la celebración de la Fiesta
de la Vendimia de Jerez, la Bodega San Ginés del Consejo Regulador
acogió la exposición “20 Miradas en torno a la figura de Manuel
del Valle Cortés”. Con esta muestra se daba a conocer la obra de
un gran artista a quien se rendía tributo y se reivindicaba como
uno de los más grandes profesionales de las artes gráficas en la
historia moderna del Marco. Aquella exposición sirvió para hacer
justicia a un extraordinario diseñador gráfico cuyo desconocimiento
por el gran público era debido tanto al anonimato derivado del
carácter empresarial de sus magníficos trabajos como a la propia
personalidad tímida y retraída del artista.
Cristalera del Consejo Regulador de los
Vinos de Jerez, diseñada por Manolo Valle.
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Manuel del Valle Cortés nació en Sanlúcar de Barrameda en 1932. Su madre, Aurelia, buena aficionada a la pintura, era a su vez hija de Gabriel Cortés, un valenciano que llegó a Jerez contratado por la prestigiosa Litografía Hurtado. En aquella empresa tan relacionada históricamente con la creatividad bodeguera jerezana ejerció Gabriel Cortés como grabador litógrafo. Con estos antecedentes -una herencia de la que Manolo Valle siempre se sintió orgulloso- no es extraño que muy pronto despertase el amor por el dibujo en aquel joven que conoció a muy temprana edad los secretos de la buena litografía y que llenaba sus cuadernos escolares con personajes de todo tipo.
Siendo
Manolo aún muy niño su familia se traslada a Jerez. En 1946, a los
catorce años de edad, entra a trabajar como aprendiz en Jerez
Industrial. En esta empresa dirigida por Antonio Salido Paz, el
sanluqueño aprende las técnicas fotomecánicas y su aplicación al
offset que por entonces empezaban a introducirse en los talleres,
adquiriendo unos conocimientos que seguiría perfeccionando más
tarde en Gráficas Orla, otra importante empresa jerezana del sector.
Diseños para etiquetas de Manolo Valle. |
El nombre de Manolo Valle está indisolublemente unido a “Proyectos Gráficos Mamelón” (Pro.Gra.Ma) una iniciativa empresarial jerezana que Valle, en unión de otros dos importantes creativos como fueron Juan Montes Pina y Rafael Virués de Segovia, lleva a buen fin al iniciarse la década de los sesenta. Con “Proyectos Gráficos Mamelón” quedaría conformado un elenco de dibujantes que durante varias décadas de la segunda mitad del pasado siglo habrían de cubrir magníficamente la creación gráfica en el Marco de Jerez para erigirse en referencia en su ámbito profesional a nivel nacional. Cuenta José Luis Jiménez:
En
la plaza Mamelón de Jerez estuvo situado el taller del dibujante de
etiquetas José Luis Torres. Es aquí donde se reúnen a iniciativa
de Juan Montes Pina, sobrino de Torres, tres jóvenes que habían
coincidido en los talleres litográficos de la ciudad: Manuel Valle
Cortés, Rafael Virués de Segovia y Llamas y el mencionado Juan
Montes Pina. En torno a este grupo y la denominación “Mamelón”
(“Dibujos Mamelón”, “Proyectos Gráficos Mamelón” o sus
siglas “Pro.Gra.Ma.”) se conformará un elenco de dibujantes que
cubrirán décadas de creación gráfica en Jerez y su trabajo
constituirá una referencia en su ámbito a nivel nacional.
Muy
pronto el proyecto “Pro.Gra.Ma” se erige en un estudio de diseño
creativo que se establece en el número 14 de la jerezana calle
Arcos. Más tarde la empresa se traslada a la calle Pizarro número
9. Allí cuentan con un estudio ampliado y con mejoras en sus
instalaciones donde se ubica un taller de fotografía y fotomecánica.
Los clientes de “Proyectos Gráficos Mamelón” son los propios
talleres litográficos y de impresión como Jerez Industrial,
Litografía Hurtado, Gráficas Orla o Jerez Gráfico, recibiendo
encargos de las más importantes bodegas del Marco: Lustau, González
Byass, Domecq, Osborne, Caballero o Valdespino.
Manolo
Valle fue parte fundamental en los procesos creativos del equipo
“Pro.Gra.Ma.”. De su talento habrían de surgir los dibujos de
atractivas vendimiadoras caracterizadas por una dulce expresión, sus
grandes ojos y sus sombreros de paja. Junto a infinidad de
ilustraciones para anuncios publicitarios de las bodegas del Marco de
Jerez y para etiquetas, tanto jerezanas como de otras zonas vinateras
de España, a Valle se le debe el diseño de la vidriera que hoy luce
en la escalera del Consejo Regulador instalada en tiempos en que
otro sanluqueño, Antonio Barbadillo y García de Velasco, presidía
la institución vinatera. La imagen del diseño de la conocida
vidriera sería reconocida muy pronto como principal argumento visual
del Consejo Regulador, además de servir como cartel de la Fiesta de
la Vendimia de 1983 que en aquella edición estuvo dedicada a Londres
y modelo de un sello emitido por Correos en 1984 dentro de la serie
“Grandes Fiestas Populares Españolas”. Otra imagen del entorno
jerezano debida a Manolo Valle fue el logotipo del famoso arrumbador
de Valdespino que fuera situado en una gran veleta de la calle
Pizarro donde perduró hasta hace unos años.
Manolo Valle en el taller. |
Arrastrados
por la gran crisis de los años ochenta, se disuelve la sociedad
“Proyectos Gráficos Mamelón” creada por Manolo Valle, Rafael
Virués y Juan Montes, después de casi tres décadas de servicios
artísticos al sector vinatero. En unión de otros creativos que
habían trabajado con él en la sociedad desaparecida, Manolo Valle
constituye una nueva empresa: la “Sociedad Anónima Laboral
Mamelón” que logra sobrevivir durante algunos años. Pero son
otros tiempos y el impacto tecnológico y un profundo cambio que
experimentan las técnicas promocionales habrían de dificultar la
necesaria actividad que hiciera viable la nueva empresa.
Manuel
del Valle Cortés fallece el 25 de septiembre de 2006 a la edad de
setenta y cuatro años. Su obra, indisolublemente ligada a nuestros
famosos vinos, forma parte de lo mejor del arte y la historia del
Marco de Jerez.