© José Carlos García Rodríguez
Leona
de Mergelina es uno de los nombres más destacados dentro del
reducido grupo de mujeres que en el pasado accedieron al negocio de
los vinos en el Marco de Jerez. Sin estar vinculada familiarmente a
la vinatería, doña Leona se inició como empresaria bodeguera en
unión de su marido, Pedro Manjón y Fernández de Valdespino. Al quedar
viuda continuaría al frente de la que llegaría a ser una de las más
importantes bodegas sanluqueñas cuyos vinos se comercializaban de
forma indistinta bajo las denominaciones "Viuda de Manjón" o "Leona
Mergelina", siendo El Rocío y Leona sus etiquetas de manzanilla que
alcanzaron mayor fama.
Casa de Moreda, también conocida por Casa de Manjón, domicilio
de la familia Manjón-Mergelina en Sanlúcar
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Leona
contrae matrimonio en1845 con Pedro Manjón y Fernández de Valdespino
cuya edad supera en casi veinte años a la de la novia. La familia
materna de Pedro Manjón, quien es heredero de un importante
patrimonio rústico en su mayor parte situado en Arcos de la Frontera, pertenece a la pequeña nobleza de la zona. En
la familia por parte de su padre, de la burguesía comercial
gaditana, hay algunos miembros que ocupan puestos destacados en la
Marina y en la administración del tráfico colonial.
La Arboledilla formó parte de las Bodegas de la Viuda de Manjón. |
Etiqueta de manzanilla El Rocío, diseñada por el pintor jerezano
Carlos González Ragel.
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Carta comercial firmada por Leona de Mergelina (1885) |
Leona,
quien cambia el nombre de la empresa fundada junto a su marido para
pasar a llamarla “Bodegas Viuda de Manjón”, toma importantes
decisiones: aumenta las soleras hasta alcanzar las 6.000 botas,
adquiere la gran bodega La Arboledilla que había sido construida
para Cipriano Terán Carrera y planta la viña El Rocío que daría
origen a la marca de manzanilla de igual nombre, la que habría de
ser marca estrella de la casa cuya etiqueta diseñará años más
tarde el pintor expresionista jerezano Carlos González Ragel.
“Bodegas Viuda de Manjón” o “Bodegas Leona Mergelina”, como
también se la denominaba comercialmente, crea numerosas marcas –El
Rocío,
Leona,
Montañeses,
Cañaveral,
Kachivache,
Solar,
Ballesteros,
Toreador…-
para dar cabida a la variada gama de los tipos de vinos del Marco de
Jerez, así como de brandies, que se comercializan por España, Cuba,
Argentina e Inglaterra.
Montañeses, otra de las famosas marcas
de manzanilla de Viuda de Manjón.
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Cuando
Leona de Mergelina Gómez de Barreda fallece en Sevilla el 23 de
marzo de 1900, a los 77 años, su hija Regla Manjón, condesa de
Lebrija, viuda de Federico Sánchez Bedoya, se hizo cargo del negocio
de vinos que pasaría a llamarse “Regla Manjón, Viuda de Sánchez”.
Anuncio publicitario de manzanilla
Leona de la Viuda de Manjón.
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Sobre
la personalidad empresarial de Leona de Mergelina, escribe Lola
Lozano Salado en el capítulo Las
bodegueras del Jerez
del libro Mujeres
emprendedoras entre los siglos XVI y XIX
(Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, Madrid, 2017):
La
bodeguera que no ha tenido problemas de reconocimiento ha sido Leona
Mergelina Gómez de Barreda, empresaria del sector en Sanlúcar de
Barrameda en el último tercio del siglo XIX. Su trayectoria
sorprende porque su actuación como productora y exportadora de vinos
parece fruto de un desarrollo e interés esencialmente personal. No
nació en una familia vinculada a la vinatería, ni siquiera al
comercio, como fue el caso de las anteriores bodegueras, y el inicio
de su empresa fue compartido con su marido, pero el protagonismo de
él en su gestión y progreso, a falta de una investigación más
amplia, se intuye muy poco relevante.