Pintor y grabador de temas costumbristas
© José Carlos García Rodríguez
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| El pintor Juan José Martínez de Espinosa y San Juan. |
Cuando
en 1854 Juan José Martínez de Espinosa presenta algunas de sus
obras en la Exposición de la Academia de San Fernando de Madrid, la
prensa alaba “los caprichos de costumbres muy graciosos presentados
por este pintor en los cuales se descubre mucha verdad en el modo de
comprender la luz, lo que nos hace esperar un buen artista en este
género”. Las esperanzas de la prensa no fueron defraudadas en
absoluto por Martínez de Espinosa. En los siguientes años, sus
cuadros figurarían en las Exposiciones Universales de París (1855)
y Londres (1862) y conseguirían medallas y menciones honoríficas en
las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1856, 1858 y 1860. Muy
pronto, dos lienzos suyos –La Virgen del Puerto
(1856) y El capitán Romeo muere rechazando a los franceses
en la batería de la Puerta del Carmen. Episodio del primer sitio de
Zaragoza (1858)- ingresan en el entonces llamado Museo
Nacional de Pintura y Escultura, a los que seguirían una serie de
aguafuertes hasta completar la treintena de obras que El Prado
conserva hoy de este artista sanluqueño.
Juan
José Martínez de Espinosa nace en Sanlúcar de Barrameda en 1826,
hijo de Antonio Martínez de Espinosa y Tacón y de Dolores San Juan
Aranguren. El padre de Juan José era hijo, a su vez, del Teniente
General de la Armada Juan José Martínez de Espinosa y Carrillo,
cuya silueta biográfica también hemos incluido en esta Galería de
Sanluqueños Ilustres.
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El capitán Romeo muere rechazando a los franceses en la
batería de la Puerta del Carmen. Episodio del primer sitio de Zaragoza.
Óleo sobre lienzo de Martínez Espinosa (1858). Museo del Prado, Madrid. |
Martínez de Espinosa inicia su formación artística en su Sanlúcar natal donde muy pronto dió muestras más que convincentes de sus aptitudes para la pintura. Para que continúe sus estudios, sus padres lo envían a Madrid donde ingresa en la Escuela de San Fernando donde es discípulo de Juan Antonio Ribera, quien fuera pintor de cámara de Carlos IV, Fernando VII e Isabel II y director del Museo del Prado entre 1857 y 1860.
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Con
su cuadro La Virgen del Puerto
conseguiría Martínez de
Espinosa
la segunda medalla en la Exposición Nacional de
Bellas
Artes en 1856. Museo del Prado (Madrid)
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En
1858, de nuevo presente en la Exposición Nacional de Bellas Artes,
Martínez de Espinosa recibe la Mención de Honor de segunda clase
por su obra El capitán Romeo
muere rechazando a los franceses en la batería de la Puerta del
Carmen. Episodio del primer sitio de Zaragoza.
Este cuadro, al igual que La Virgen del
Puerto, fueron adquiridos directamente
al pintor por el Museo Nacional de Pintura y Escultura, antecesor del
Museo Nacional del Prado donde actualmente se conservan como
representación de la obra del sanluqueño junto a más de veinte
aguafuertes también de su autoría.
Con la publicación de la serie El Grabador al Aguafuerte, editada por “La Sociedad de Artistas” en la que participa muy activamente Juan José Martínez de Espinosa, sus promotores pretendían, por una parte, impulsar la reproducción de las obras menos conocidas de los grandes maestros de la pintura, y por otra, resaltar la importancia de la tradición y del trabajo de los aguafuertistas en España. Aparte de Martínez de Espinosa, su figura más destacada, “La Sociedad de Artistas” la conformaron otros importantes grabadores, siendo los más activos José María Galván, Bartolomé Maura, Francisco Torras Armengol y Ramón Casas, todos ellos personajes clave en el debate sobre el arte del grabado durante el siglo XIX en España.
Con la publicación de la serie El Grabador al Aguafuerte, editada por “La Sociedad de Artistas” en la que participa muy activamente Juan José Martínez de Espinosa, sus promotores pretendían, por una parte, impulsar la reproducción de las obras menos conocidas de los grandes maestros de la pintura, y por otra, resaltar la importancia de la tradición y del trabajo de los aguafuertistas en España. Aparte de Martínez de Espinosa, su figura más destacada, “La Sociedad de Artistas” la conformaron otros importantes grabadores, siendo los más activos José María Galván, Bartolomé Maura, Francisco Torras Armengol y Ramón Casas, todos ellos personajes clave en el debate sobre el arte del grabado durante el siglo XIX en España.
El
Grabador al Aguafuerte se editó por
entregas mensuales de cuatro estampas cada una, entre 1874 y 1878, en
tres volúmenes. Los dos primeros se componen de cuarenta y ocho
estampas cada uno de ellos, mientras que el tercero quedó sin
finalizar tras llegar a la estampa número treinta y dos.
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Portada
del tercer volumen de El Grabador al Aguafuerte. El grabado es de
Martínez de Espinosa sobre una pintura original de Murillo.
Museo
del Prado (Madrid)
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La
estampación de los grabados por la técnica del grabado calcográfico
corrió a cargo de la Calcografía Nacional donde se siguen
conservando en la actualidad una gran parte de las planchas de cobre
que fueron utilizadas para este trabajo. El papel empleado fue
fabricado expresamente por Pedro N. Oseñalde en La Cabrera
(Guadalajara), donde también se fabricaría el papel para billetes
en época de Alfonso XIII. Una serie completa de El Grabador al
Aguafuerte, en una estampación de época, se conserva en el
Gabinete de Dibujos y Estampas del Museo del Prado.
Aparte
de los grabados de Martínez de Espinosa que se conservan en el Museo
del Prado, la Biblioteca Nacional guarda, por su parte, una serie de
dibujos y grabados del artista sanluqueño, algunos de ellos con
representaciones de escenas marcadamente goyescas.
Martínez
de Espinosa, quien ha sido adscrito al círculo madrileño de
pintores y grabadores costumbristas del romanticismo participó en la
fundación de la Sociedad de Aguafuertistas de la capital de España,
de la que fue socio, y se dedicó a la docencia artística como
profesor de Teoría e Historia del Arte en la Escuela Nacional de
Pintura, Escultura y Grabado.
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Mujer peinando a otra mujer.
Dibujo de Martínez de
Espinosa. Biblioteca
Nacional de España. |
Juan
José Martínez de Espinosa falleció en Madrid en 1902, a la edad de
76 años.
