PERIODISTA Y EDITOR
© José Carlos García Rodríguez
Luis de la Loma y Corradi |
Dentro de la larga nómina de ilustres paisanos cuyas biografías y trayectorias vitales son prácticamente desconocidas para sus conciudadanos sanluqueños, se encuentra el caso paradigmático de Luis de la Loma y Corradi (1829-1891). Sirva esta semblanza como recuerdo y reconocimiento a la personalidad del insigne escritor y gran periodista que fundara en Valencia el diario La Opinión, antesala de Las Provincias que aún pervive como uno de los periódicos de mayor solera de España.
Nacido en Sanlúcar
de Barrameda el 14 de julio de 1829, Luis de la Loma y Corradi era
nieto de Juan Corradi, un italiano de la familia de los marqueses de
Corradi natural de Piacenza, en el ducado de Parma, que vino a España
como guardia de corps de la reina María Luisa y que llegó a dirigir
el Diario de Sesiones de las Cortes de Cádiz en 1810. Su tío,
Fernando Corradi, fue fundador del por entonces famoso periódico El
Clamor Público, uno de los más
importantes de España, editado en Madrid entre los años 1844
y 1864. Es en esta publicación donde Luis conocería el mundo del
periodismo de la época, revelándose como escritor de auténtica
precocidad literaria. Con catorce años recién cumplidos colabora en
Los españoles pintados por sí mismos (1),
obra en dos volúmenes con preciosos grabados en la que participan
los más prestigiosos escritores españoles de la época y que
constituyó una galería de personajes clásicos del costumbrismo
romántico, a imitación de la obra francesa Les français peints
par eux mêmes. Luis de la Loma, alternando con lo más
sobresaliente de la literatura y el periodismo españoles del
momento, como Mesonero Romanos, Bretón de los Herreros, García
Gutiérrez, Gil de Zárate, José Zorrila o Hartzenbusch, escribe en
aquella obra el capítulo El aprendiz de literato (2),
de visible regusto autobiográfico.
En su trabajo incluído en Los españoles pintados por sí mismos, Luis de la Loma habla del gran número de jóvenes que se desvivían por llegar a ser escritores de fama. "Estos aspirantes a ganarse la vida con la escritura -comenta de la Loma en su artículo- son, siguiendo la tradición del siglo XVIII, grandes ignorantes -como los memorialistas, que en su mayoría no sabían escribir- y basan gran parte de su ser literato en mantener un aspecto y actitud reconocibles por los demás. Así, se visten con abandono, se dejan crecer el pelo, parecen abstraídos y son sucios". El trabajo de Luis de la Loma es interesante, en gran medida porque mantiene viva cierta imaginería del hombre de letras pero, sobre todo, por el valor de la viñeta ilustrativa final en la que se ve a un joven firmando un documento por el que vende su alma al diablo a cambio de alcanzar el éxito literario. Tras describir el retrato del aprendiz a literato, concluye en su escrito Luis de la Loma:
"Alguno habrá que al leer la firma de este insulso y mal pergeñado artículo, y conociéndome, dirá no sin algún fundamento, que yo también soy aprendiz de literato; pero debo advertirle, después de darle la razón, que hay dos clases de aprendices: la una es la que acabo de bosquejar, y la otra, a la cual pertenezco, me la callo, porque habría mucho que decir sobre el particular y sería muy poca mi modestia si después de haber fastidiado tanto a mis lectores con la poquísima gracia de mi artículo,
Edición de 1851 de "Los españoles pintados por sí mismos". |
"Alguno habrá que al leer la firma de este insulso y mal pergeñado artículo, y conociéndome, dirá no sin algún fundamento, que yo también soy aprendiz de literato; pero debo advertirle, después de darle la razón, que hay dos clases de aprendices: la una es la que acabo de bosquejar, y la otra, a la cual pertenezco, me la callo, porque habría mucho que decir sobre el particular y sería muy poca mi modestia si después de haber fastidiado tanto a mis lectores con la poquísima gracia de mi artículo,
me expusiera de nuevo
a hacer un mal retrato
del segundo Aprendiz de literato."
La
forja de un periodista y escritor precoz
Portada de la obra "No siempre lo bueno es bueno" de Luis de la Loma Corradi. |
Madrid -
Establecimiento Literario y Tipográfico de D. Luis de la Loma y
Corradi y D. Carlos Martínez Navarro, calle de Padilla (antes del
Burro), número 11, cuarto bajo, 1844.
Tras
aquella aventura juvenil y después de pasar algunos años
colaborando en diversos periódicos madrileños, Luis de la Loma,
gracias a la gran influencia política de su tío Fernando, quien por
entonces era embajador en Lisboa, ingresa en la Administración y es
destinado a Valencia como contador de su Fábrica de Tabacos. Con
Luis se traslada a tierras levantinas su hermano Blas, también
nacido en Sanlúcar, quien con el tiempo llegaría a ser estimable
poeta y editor de la Revista de Instrucción Pública.
A Blas de la Loma, a quien los alicantinos consideran como poeta de
aquella tierra, se debe el libro Juan, poema de aldea en
cuarenta y un cuadros (3), que
llegaría a gozar de una enorme popularidad.
Programa del estreno de la obra "No siempre lo bueno es bueno" en el Teatro Principal de Valencia. |
La
Opinión, antecesor del gran
diario Las Provincias
Teniendo
como colaborador a Mariano Carreras y González, Luis de la Loma
funda en Valencia el diario La Opinión, subtitulado
Diario político, literario y de intereses generales
cuyo primer número sale a la luz el 15 de julio de 1860. El
periódico se imprime en la imprenta que ambos socios poseían en la
plaza de Ribot número 7, duplicado, figurando como editor
responsable Lluis de L. y Corradi,
nombre abreviado y traducido al valenciano. Entre de la Loma y
Carreras crearon aquella publicación de carácter progresista que
mostraba toda la radicalización de la juventud impetuosa de sus
redactores: de la Loma contaba entonces treinta y un años y Carreras
treinta y tres. Pero el ambiente político valenciano no era propicio
al progresismo intransigente de aquellos jóvenes periodistas, lo que
llevaría a una pronta asfixia económica del diario. Lo cierto es
que el periódico languideció pronto, falto de lectores y de
suscriptores. Como consecuencia de ello, el político y banquero
valenciano José Campo (5) adquirió a Luis de la Loma y a Mariano
Carreras la imprenta y la cabecera del periódico en febrero de 1861
para transformarlo en órgano conservador, al servicio de la
política local y de los numerosos negocios privados de su nuevo
propietario. El 31 de enero de 1866 La Opinión
cambia su nombre por Las Provincias,
naciendo un diario que habría de ser el eje de la vida periodística
regional y que ha pervivido hasta nuestros días como el periódico
decano y más influyente de la Comunidad Valenciana.
Los
últimos años
Actual diario "Las Provincias" de Valencia cuyo origen fue el periódico "La Opinión" fundado por Luis de la Loma y Corradi. |
NOTAS:
(1) El primer tomo de Los españoles pintados por si mismos fue publicado en Madrid en 1843 por el prestigioso editor Ignacio Boix quien tenía establecida su imprenta en la calle de Carretas número 8. Al año siguiente el mismo Boix editaría el segundo volumen. Con posterioridad se harían sucesivas ediciones de esta popular obra.
(2) El capítulo El aprendiz de literato comprende las páginas 414 a 421 del primer tomo de Los españoles pintados por si mismos.
(3) Imprenta de Antonio Reus, Alicante, 1877.
(2) El capítulo El aprendiz de literato comprende las páginas 414 a 421 del primer tomo de Los españoles pintados por si mismos.
(3) Imprenta de Antonio Reus, Alicante, 1877.
(4)
Esta obra de Luis de la Loma fue editada por la imprenta salmantina
de A. de Angulo en 1872.
(5)
José Campo Pérez, editor, financiero, naviero y comerciante, sería
ennoblecido por Alfonso XII con el título de Marqués de Campo por
su contribución a la restauración de la monarquía. Fue alcalde de
Valencia y senador vitalicio.
(6)
Establecimiento tipográfico de los Sres. Gironés y Orduña,
Sevilla, 1882.
(7)
Librería de A. de San Martín Editor, Madrid, 1889.
José
Carlos García Rodríguez